
Aunque inicialmente surgió como una idea de márketing 2.0, parece que no interesó a ningún cliente... En una versión marketiniana de aquello de "no dejes que la realidad te destroce una buena historia" de los periodistas, el autor del concepto de letterbombing decidió llevar a cabo su idea sí o sí. Así que explicó su idea a unos cuantos amigos y decidieron ponerla en marcha.
Quedaron en casa de Greenspan, asignaron a cada uno de los participantes una de las letras del slogan que querían "publicar" mediante letterbombing y se pusieron a ello. El primer paso fue sustituir su imagen por la letra asignada. Después, por orden, publicaron cada uno un mensaje en Facebook (como por ejemplo, en el perfil de Sarah Palin). Independientemente del texto publicado en cada uno de los mensajes individuales, las imágenes de cada uno de los "comentaristas" formaba un mensaje: "KEEP THE FEAR ALIVE" (que por lo visto, era el slogan de un presentador de EEUU)
Como no podía ser de otra forma, decidieron grabarlo todo en vídeo y colgarlo en YouTube: Letterbombing.
Vosotros decidís: ¿vandalismo online 2.0 o gilipollez tradicional?
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